domingo, 28 de agosto de 2011

Historia del Bajo eléctrico


El bajo eléctrico (también llamado sencillamente bajo) es un instrumento musical de la familia de los cordofonos, similar en apariencia y construcción a la guitarra eléctrica, pero con un cuerpo de mayores dimensiones, un mástil de mayor longitud y escala y, normalmente, cuatro cuerdas afinadas según la afinación estándar del contrabajo.
El bajo eléctrico, al igual que el contrabajo, suena una octava más grave de como se representa en notación musical, con el objetivo de evitar un uso excesivo de líneas adicionales en el pentagrama. Como la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico necesita ser conectado a un amplificador para emitir sonidos. Desde la década de 1950, el bajo eléctrico ha reemplazado progresivamente al contrabajo en la música popular como el instrumento de la sección rítmica que se ocupa de las líneas de bajo.
 Aunque éstas varían notablemente en función del estilo de música, el bajista cumple una función similar con independencia del estilo de que se trate: establecer el marco armónico y marcar el tiempo o pulso rítmico. El bajo eléctrico se usa como instrumento de acompañamiento o como instrumento solista en estilos de música diversos, incluyendo el rock, el heavy metal, el pop, el blues, el jazz, la música latina, el reggae, el funk o el flamenco.

Historia


Artículo principal: Historia del bajo eléctrico

Década de 1930

A mediados de la década de los treinta, el inventor y guitarrista Paul Tutmarc, de Seattle (Washington), desarrolló el primer bajo eléctrico de cuerpo macizo de la historia, un instrumento muy similar a los bajos modernos que había sido diseñado para ser sostenido y ejecutado horizontalmente. En 1935, el catálogo de ventas de la compañía de Tutmarc, Audiovox, ofrecía su violín-bajo electrónico, un instrumento de cuerpo sólido con un mástil de 30 pulgadas y media que disponía de trastes.
El cambio de forma, acercándolo a una guitarra, hizo al instrumento más fácil de transportar, y la adición de los trastes eliminó los problemas de afinación propios del contrabajo, haciendo del bajo eléctrico un instrumento mucho más fácil de ejecutar que éste último. Sin embargo, el invento de Tutmarc no tuvo demasiado éxito comercial, por lo que su idea no fue retomada hasta principios de la década de 1950, con la llegada de Leo Fender y su Precision Bass.
Una reedición del Precision bass de1956, muy similar al modelo de 1951, el primer bajo eléctrico comercializado con éxito.


Las décadas de 1950 y 1960

A inicios de la década de 1950, el ingeniero e inventor Leo Fender, quien por aquel entonces se dedicaba al negocio de reparación de radios,desarrolló con la ayuda de su empleado George Fullerton el primer bajo eléctrico producido en serie de la historia. Su Precision Bass, introducido en 1951 se convirtió en el estándar de la industria y sería infinitamente copiado con posterioridad. El Precision Bass (o P-bass) original disponía de un cuerpo angulado (slab o de tabla) similar al de la guitarra Telecaster y una sola pastilla de bobinado simple, pero en 1957se modificó su diseño para presentar un cuerpo de contorno redondeado con una pastilla doble de cuatro polos. Esta pastilla split (dividida) estaba formada de dos partes similares a las pastillas de las mandolinas que Fender incluía en su catálogo de la época.
Monk Montgomery fue el primer bajista conocido en usar el nuevo instrumento en su gira con el vibrafonista de jazz Lionel Hampton. Otros bajistas pioneros en el uso del nuevo instrumento fueron Roy Johnson (que reemplazó a Montgomery en la banda de Hampton) o Shifty Henry(bajista de Louis Jordan & His Tympany Five). Bill Black, bajista de Elvis Presley adoptaría el Precision Bass en torno a 1957.
Rickenbacker 4001.
Tras el lanzamiento de Fender, Gibson presentó en 1953 su modelo EB-1, con forma de violín y pica, seguido de su modelo EB-0, de aspecto más convencional. El EB-0 era, de hecho, muy similar a la Gibson SG, aunque los primeros modelos disponían de un cuerpo slab (sin contornos) que lo asemejaban más a la conocida guitarra Les Paul, de Gibson.Mientras que los bajos de Fender montaban pastillas situadas entre la base del mástil y el puente, muchos de los primeros bajos de Gibson mostraban una sola pastilla de tipo humbucker montada directamente bajo la base del mástil. El modelo EB-3, de 1961 contaba además con una pastilla adicional, de tipo humbucker pero de tamaño reducido, situada cerca del puente del instrumento. Gibson mostraba cierta tendencia a fabricar instrumentos de dimensiones reducidas y, de hecho, no presentó un bajo de escala estándar (34 pulgadas) hasta 1963, con el lanzamiento de su modelo Thunderbird, que fue, además, el primer bajo de Gibson que utilizaba dos pastillas humbucker situadas en una posición más tradicional, entre el puente y la base del mástil.
Otras compañías más pequeñas iniciaron sus actividades durante la década de 1950: Kay Musical Instruments en 1952, Danelectro en 1956, y Rickenbacker o Höfner durante el resto de la década. Pero fue con la explosión del rock, a principios de 1960 cuando numerosas compañías comenzaron a fabricar bajos eléctricos.
Introducido en 1960, el Fender Jazz Bass fue presentado junto a la guitarra Jazzmaster como el modelo Deluxe del Precision. El Jazz Bass (o J-bass) disponía de dos pastillas de bobinado simple, una cercana al mástil y la otra en la posición que ocupaba la pastilla simple del Precision. El modelo fue diseñado por Leo Fender para proporcionar a los guitarristas un instrumento aún más fácil de ejecutar que el Precision, dadas las dimensiones más pequeñas de su mástil. Los primeros ejemplares contaban con cuatro controles (volumen y tono para cada una de las pastillas), pero esta configuración pronto cambiaría en favor de la actual: un control de volumen para cada pastilla y un control de tono pasivo general. Otro elemento que diferenciaba el nuevo modelo era el diseño asimétrico de su cuerpo.
La configuración de pastillas de ambos modelos, así como el diseño general de los mismos, se ha convertido en un estándar de referencia, y así, es común hacer referencia a la configuración de pastillas de un instrumento determinado como Pastillas Precision o Pastillas Jazz.
Fender lanzó seis años más tarde su modelo Mustang Bass, un instrumento de escala corta (30 pulgadas frente a las 34 del P-bass o del J-bass) y precio reducido dirigido principalmente al mercado de principiantes y estudiantes.
Durante las décadas de 1950 y 1960 el bajo eléctrico era frecuentemente llamado bajo Fender, gracias a la posición dominante que la corporación ejercía en el mercado. El término bajo eléctrico comenzó a reemplazar al de bajo Fender a finales de la década de 1960, como resulta evidente en el título de un manual didáctico editado por la bajista Carol Kaye en 1969, muy popular en la época: How to Play the Electric Bass.


La década de 1970

Music Man Stingray. La posición de la pastilla hace de este bajo un instrumento ideal para slappers.
La década de 1970 asistió a la fundación de la compañía Music Man por parte de Leo Fender, cuyo buque insignia era el modelo Stingray, el primer bajo producido en serie con electrónica activa, es decir, con un preamplificador incorporado que permitía disminuir la impedancia de la circuitería de la pastilla incrementando el volumen de salida y posibilitando la ecualización activa del instrumento. Distintos modelos se fueron identificando con estilos de música particulares, y así, el modelo 4001 de Rickenbacker se asociaba con bajistas de rock progresivo como Chris Squire de Yes, mientras que el Stingray de Music man se identificaba con el estilo funk del bajista de sesión Louis Johnson.
En 1971, Alembic estableció el patrón que identificaría a lo que desde entonces se ha venido en llamar boutique basses, instrumentos de gama alta y elevado precio construidos a medida de los requerimientos específicos del cliente. Este tipo de instrumentos suelen mostrar sofisticados diseños y elaborada electrónica, y, con frecuencia, están construidos con maderas preciosas (o con otros materiales alternativos como el grafito) por luthiers especializados. Se suelen usar técnicas de construcción innovadoras como el diseño neck-through multilaminado, donde el mástil, en lugar de estar atornillado al cuerpo lo recorre en su integridad. Desde mediados de los setenta, Alembic y otras compañías (como Tobias o Ken Smith Basses) comenzaron a producir bajos de cuatro y cinco cuerdas (una cuerda extra afinada en si grave); en 1975 el bajista Anthony Jackson encargó al luthier Carl Thompson la realización de un bajo de seis cuerdas, afinado si, mi, la, re, sol, do, que pasaría a la historia como uno de los primeros instrumentos de rango extendido.


De 1980 en adelante

Uno de los primeros bajos Steinberger, de principios de 1980.
Con la llegada de la década de 1980, luthieres e ingenieros continuaron explorando nuevas posibilidades. Ya en 1979, Ned Steinberger había presentado un bajo sin cabezal ni cuerpo, y más tarde continuaría con sus investigaciones, como el uso de materiales alternativos como el grafito, o la palanca de trémolo para el bajo, presentada en 1984. En 1987 la compañía Guild lanzó su modelo Ashbory, un instrumento sin trastes de dimensiones reducidísimas (escala de 18 pulgadas) que usaba cuerdas de silicona y una pastilla piezoeléctrica, y que ofrecía una simulación más que aceptable del sonido del contrabajo acústico. A finales de la década de los ochenta el show MTV Unplugged ayudó a popularizar los bajos acústicos, de caja hueca pero amplificados mediante pastillas.
Durante la década de 1990 los bajos de cinco cuerdas se fueron haciendo progresivamente más comunes y accesibles, y un número cada vez mayor de bajistas (de géneros tan dispares como el metal y el gospel) comenzaron a utilizarlos para aprovechar sus nuevas posibilidades. De modo paralelo, la circuitería activa dejó de estar reservada a los instrumentos de gama alta para ir siendo incorporada progresivamente a instrumentos de series más económicas. 
Durante la década siguiente, algunos fabricantes incluían circuitos de modelado digital incorporados directamente en sus instrumentos, con los que pretendían simular los sonidos característicos de los bajos más conocidos (ej: Variax Bass, de la firma Line 6). A pesar de estas innovaciones, los diseños tradicionales prevalecieron entre el público general, y los modelos Precision y Jazz de Fender continuaron contando con su favor. En 2006, Fender celebró el 60.º aniversario de su P-bass con una reedición especial de su famoso instrumento, al tiempo que presentaba su modelo Jaguar.


Consideraciones de diseño


Elementos

Anatomía básica de un bajo eléctrico.
Los principales componentes del bajo eléctrico son:
  • Cuerpo: Construido en la mayoría de los casos con diversas variedades de madera, es posible encontrar instrumentos fabricados con diversos materiales plásticos o acrílicos, así como múltiples formas de diseño. Gran cantidad de instrumentos (no así el ejemplar de la ilustración) presentan un golpeador (pickguard en inglés) de plástico, una pieza destinada a proteger el acabado del cuerpo de los golpes y arañazos del ejecutante o de otros incidentes.
  • Mástil: Construido generalmente en madera o con cualquier otro tipo de material alternativo, el mástil puede ir atornillado al cuerpo (modelos bolt-on) o bien formar una sola pieza con él (modelos neck-through). Su función principal es la de transmitir la vibración de las cuerdas al cuerpo, y si la unión de ambas piezas no es buena, pueden aparecer problemas de estabilidad. El diapasón va generalmente montado sobre el mástil, aunque los primeros modelos de Precision Bass carecían del mismo. La cejilla o nuez, construida de plástico, marfil, hueso u otros materiales, tiene la función de sujetar las cerdas a la altura del clavijero, permitiendo que vibren libremente y transmitiendo esta vibración al mástil.
  • Hardware: Incluye las partes metálicas del instrumento, entre las que se encuentran las clavijas de afinación y el puente que, construido generalmente en metal, tiene una importancia decisiva en el sonido final del instrumento.
  • Cuerdas: Construidas generalmente a base de alguna aleación metálica (aunque también se encuentran en el mercado cuerdas de nylon, silicona y otros materiales alternativos), las cuerdas son otro de los elementos cruciales que determinan el sonido del instrumento. Los principales tipos son las roundwound (entorchadas), las flatwound (de entorchado liso) y las halfround (de entorchado semiliso).
  • Componentes electrónicos: Se incluyen las pastillas y la circuitería, que puede ser pasiva o activa. Los bajos activos requieren alimentación externa, y poseen un ecualizador incorporado que permite regular las distintas frecuencias (generalmente graves, medios y agudos) desde el propio panel del instrumento.


Materiales y diseño de construcción

En los últimos años, al lado de los instrumentos fabricados en cadena de montaje ofrecidos por las compañías tradicionales, se asiste a una notable proliferación de instrumentos fabricados artesanalmente por luthieres individuales. Aunque la madera sigue siendo la materia prima fundamental para la fabricación del cuerpo de los instrumentos, también se usan otros compuestos alternativos como el grafito (véase Steinberger o Modulus), especialmente en la construcción de mástiles y diapasones. La madera más común para la fabricación del cuerpo es el aliso, mientras que el arce se emplea con profusión en la fabricación de mástiles y el palo rosa para los diapasones. Otras maderas de uso común son:caoba, fresno, arce, tilo americano y álamo para el cuerpo; caoba para el mástil; y arce, palorosa o ébano para el diapasón. Entre las maderas exóticas o preciosas usadas en la fabricación de estos instrumentos, encontramos la bubinga, el wenge, el ovangkol, el zebrano o el ébano. El uso de estas maderas está normalmente reservado a instrumentos de gama alta: por ejemplo, la compañía Alembic usa frecuentemente madera de cocobolo para los cuerpos y tapas de sus instrumentos por su atractivo granulado; la firma alemanaWarwick Basses es también conocida por las originales maderas que emplea en la construcción de sus instrumentos, ovangkol en el mástil, wenge o ébano en el diapasón y bubinga para el cuerpo.
Fender Mustang Bass de 1971, un bajo de escala corta.
El grafito o la fibra de carbono se usan para elaborar mástiles de peso reducido (una estrategia empleada por ejemplo por Modulus o Peavey, para construir sus modelos G-Bass o B-Quad, con mástil de grafito o, en algunos casos, instrumentos completos).
Entre las opciones de fabricación, se hallan las de acabado (acabados en cera, en aceite o lacados) o las opciones de cuerpo (esculpidos según un diseño plano o curvo); la presencia o no de cabezal o cuerpo (véase Steinberger); el uso de materiales sintéticos como el luthite, que permite técnicas de producción y diseño más allá de lo que permite la madera, como en los instrumentos de Cort Guitars o Basslab); o el uso de orificios en el cuerpo del instrumento, para incrementar la resonancia y reducir el peso del instrumento. Los bajos acústicos están equipados normalmente con pastillas piezoeléctricas o magnéticas que permiten la amplificación del instrumento, dado su reducido volumen natural.
El mástil puede estar atornillado al cuerpo (bolt-on), o puede ser del tipo neck-thru body, es decir, de una sola pieza. Algunos bajistas atribuyen a los bajos de mástil atornillado un sonido más brillante, mientras que la mayoría de aficionados sostiene que los instrumentos de mástil continuo (neck-thru body) poseen un mayor sustain. En cualquier caso, el sonido final de un instrumento dependerá de muchos otros factores además del tipo de mástil (tipo de maderas, electrónica, etc.).
Los bajos de escala larga, como los Precision Bass de Fender ofrecen una escala (distancia entre la nuez y el puente del instrumento) de 34 pulgadas, que es considerada la escala estándar del bajo eléctrico. Sin embargo son bastante comunes instrumentos de escala corta, habitualmente de 30 ó 32 pulgadas, como el bajo-violín de Höfner que popularizó Paul McCartney o el Mustang Bass, de Fender, ambos diseñados especialmente para músicos de manos pequeñas o principiantes. Aunque los bajos de 35, 35,5 ó 36 pulgadas de escala estaban reservados hace unos años a los instrumentos de luthier, hoy en día existen muchos fabricantes que incluyen instrumentos de escala extra larga en sus catálogos. Esta longitud extra de escala provoca una mayor tensión en las cuerdas, que redunda en un sonido más claro y definido, sobre todo en las regiones graves del diapasón y en instrumentos de 5 y 6 cuerdas.


Bajos con y sin trastes

 Bajo sin trastes
Un bajo sin trastes con cuerdasflatwound (planas); obsérvense las marcas a lo largo del diapasón, que ayudan al ejecutante a una correcta afinación.
Una de las consideraciones primordiales a las que tiene que hacer frente un constructor es si usar o no trastes en el diapasón. En un bajo con trastes, éstos separan el diapasón en divisiones de semitono, como ocurre en la guitarra. El Precision Bass original disponía de 20 trastes, pero muchos bajos modernos disponen de 24 o incluso más. El bajo sin trastes, o fretless, ofrece un sonido muy característico, pues la ausencia de trastes metálicos significa que la cuerda debe ser presionada directamente contra la madera del diapasón, como ocurre en el contrabajo. La vibración así producida ofrece un sonido más dulce y cálido, y el bajo sin trastes permite ciertas técnicas de ejecución que no son posibles en un bajo eléctrico normal, como el glissando continuo o la afinación microtonal. Algunos bajistas emplean ambos tipos de bajos -con y sin trastes- en función del tipo de material a ejecutar, como el bajista de sesión Pino Palladino, que ha trabajado con Eric Clapton, David Gilmour o John Mayer. Aunque se asocia normalmente el bajo sin trastes al jazz o al jazz fusion, el instrumento es usado por músicos en una amplia variedad de estilos, como el rock, la salsa o, incluso, el heavy metal.
Jack Bruce, con un Warwick sin trastes.
El primer bajo sin trastes fue construido por Bill Wyman en 1961, cuando arrancó los trastes a un bajo económico de fabricación japonesa, un instrumento que podemos escuchar en temas de The Rolling Stones como "Paint it Black". El primer bajo sin trastes de serie fue el modelo AUB-1 de Ampeg, lanzado en 1966; Fender introduciría la versión sin trastes de su Precision Bass en 1970.
A principios de la década de 1970 el bajista Jaco Pastorius creó su propio bajo sin trastes eliminando los trastes a un Jazz Bass de 1962. En diversas entrevistas, Pastorius ofreció distintas versiones acerca de cómo consiguió hacerlo: menciona el uso de unos alicates y una cuchilla de obras, pero en una entrevista de 1984 afirma que compró el instrumento con los trastes ya eliminados, aunque no habían sido rellenados los huecos que habían dejado. En cualquier caso, Pastorius usó epoxy en lugar de barniz con el objetivo de obtener un acabado que le permitiese usar cuerdas roundwound (entorchadas), que de otra manera habrían acabado dañando la madera del diapasón.
Algunos bajos sin trastes emplean marcadores como guías para facilitar la afinación; es frecuente el uso de cuerdas de nylon o planas (flatwound) para no dañar el diapasón con el roce abrasivo continuo de las cuerdas. Algunos instrumentos fretless incorporan un barnizado con epoxy para incrementar la resistencia del acabado, realzar el sustain del instrumento y otorgarle un sonido más brillante. Aunque muchos bajos sin trastes disponen de cuatro cuerdas, podemos encontrar fácilmente bajos sin trastes de 5, 6 o incluso más cuerdas.
El bajista de jazz-fusion Jaco Pastorius, famoso por su expresividad con el fretless.


Cuerdas, afinación y registro

Un bajo eléctrico estándar dispone de cuatro cuerdas afinadas en mi, la, re y sol, esto es, en intervalos de cuarta ascendente. Esta afinación es equivalente a la del contrabajo, y corresponde asimismo a la afinación de las cuatro cuerdas más graves de la guitarra, sólo que una octava más grave en el caso del bajo eléctrico. Un bajo de cuatro cuerdas y 21 trastes cuenta, por tanto, con un rango tonal que va desde Mi1 hasta Mi4, es decir, un registro de tres octavas.
Existen diversos tipos de cuerdas, fabricadas casi siempre de alguna aleación metálica: roundwound (entorchado redondo, de sonido más brillante), flatwound (entorchado liso, de sonido más apagado) o halfwound (entorchado semiliso, a medio camino entre los dos anteriores). Existen igualmente cuerdas de metal recubiertas de algún material plástico o incluso de nylon. Semejante variedad otorga a los bajistas una gran cantidad de opciones de sonido. Durante la década de 1950, las cuerdas flatwound, con su superficie suave y su sonido apagado y reminiscente del contrabajo eran estándar. Durante las dos décadas siguientes algunos bajistas adoptaron las cuerdas roundwound, similares a las de la guitarra eléctrica y que ofrecían un sonido más brillante y definido.



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